sábado, septiembre 29, 2007

Titeres

I

No es insomnio ni es marea,
el sutil reencuentro de unos labios,
bañados en invernales primaveras.

No es tu tacto.

No es nada de lo que tuvimos,
como si recordarse fuera en vano,
y el pecado,
se convirtiera en canción eterna,
perpetua,
de un par de cuerpos ensangrentados.

No es nada.

No eres tú.

II

Comenzaste como el viento,
acariciando a la pradera,
en futil sonata de invierno.

Me entregaste el misticisimo,
de engañarnos como fieras,
de amarnos sin manera,
sin culpas, sin olvidos.

Me heriste en el camino.

Como una brujula, frivola y sangrante,
orientaste mi camino,
al del placer y la tormenta.

Impactaste...

Te olvidaste, del sentido,
para vivir para uno mismo,
y olvidarse del silencio, penetrante.

Y llegaste.

No sé cómo llegaste.

III

Pasaste noches enteras,
en mi cuarto, en mi esperma.
Tragando con tu alma lo vivido.

Deboraste con tu inercia,
todo aquello que sentimos,
en apenas unas horas,
de inertes coincidencias.

(Y hoy me entregas consecuencias)

Te enamoraste,
de mi llanto,
de mi caricia envenenada,
y llena de pecados.

Me amaste,
y yo en mi letargo,
me convertí en tu adorador.

IV

Fuiste mi quimera,
y yo tu serpiente,
que siempre anciosa,
te esperaba por las noches,
en el patio, en la acera.

Te dibujaba en lienzos olvidados,
que hoy guardas de trofeos.
Te escribía poemas maldecidos,
ignorados, por fantasmas del pasado.

Te adoraba.

Fuiste mi guia y yo tu espuma,
siendo una flecha, marcaste mi camino,
entre aromas, entre pechos conocidos.

Fuiste amiga, y te convertiste en madre, en todos los sentidos.

Fuiste diosa.

Y te amé.

V

Se nos fue la luna de octubre,
por los frios de diciembre,
dejando al pasado nuestros besos.

El viento invernal arrasaba,
congelaba los huesos,
y de paso nuestro amor.

Nos apagaba.

Nos apagó.

VI

Volviste con regalos,
y yo, que esperaba, a la ignorada pasión de nuestros besos,
vi como nunca llegaron los abrazos siempre eternos,
que algún día nos prometimos.

Partimos, por miedos,
como quien no quiere adentrarse en tus aguas,
por temerle a lo vivido,
al sentido del nirvana,
de sentirse, de tocarse el alma, en un beso.

Y juntos vimos las sombras pasar...

VII

Hoy te espero,
(o quizas dejé de hacerlo)
porque no puedo esperar otra cosa.

Porque si no vienes, es como si el mundo fuera un sonido,
inescuchable, inexplicable, un decibel sin sentido.

Como moscas...

Y no vienes a plasmar

VIII


Has llegado, con tu aroma,
con tus besos de margarita,
de aromas naturales.

Casi te quedaste en mi silencio,
antes de que el fluido,
llegase a convertir tu cuerpo.

Hoy eres madre, y como tal te he respetado.
A pesar de los males, que me trae estar a estas horas,
lentamente desnudando (tu recuerdo)

Ya no eres mía,
ya eres un sueño.
Una vaga idea.
Un hermoso recuerdo.

(Aquello que he sido para ti a lo largo de este tiempo)

y todo, a pesar de mi.

IX

¿Por qué no vienes, y me das un beso de despedida?,
de esos que las perlas te adornaban en el pasado,
para recordar que fuiste mía,
y que un día juntos nos quedamos.

Apenas lloramos,
por ver nuestra partida.

¿No crees que es mucho ignorar?

X

Sigue soñando.
Aquí.
Conmigo, o sin mi.
Tú sigue soñando.

Aunque nos llueva en madrugada.
Y se acaben las ilusiones.

Él, en el parque, se quedó esperando.

(Y por lo que hoy me entero, nunca se fue...)

...apenas a estas horas comienza a sentir que lo arrastra la marea...

3 comentarios:

mariana dijo...

Que te puedo decir??!!! Me encantaaa... y me gusta aun mas saber que te has tomado esto de la poesia mas en serio :)

mariana dijo...

¿Qué tendrá la noche que nos inspira tanto'? ;)

Solid Neos dijo...

@mariana:

Wow! me encanta verte por aquí.
Que bueno que te haya gustado.

¿Que qué tendrá la noche?
Tiene aroma, tiene pliegues, tiene sonidos, tiene mil texturas.
Sabe a placer (y a dolor) y entonces inspira.

Animo! es Octubre, noches con luna gigantes se vienen pronto ;)

Saludos y gracias por pasar!